M de Marruecos, un país cercano en distancia y lejano en mentalidad.
Un país donde no hay enfermedad que una hierba o especie no cure.
Un país muy unido a la naturaleza que lo rodea.
Un país lleno de color.
Un país de puertas adentro, donde un sonido en la puerta define si eres familiar o no y un patio te da la bienvenida.
Un país hospitalario, donde nunca falta un té o unas olivas que acompañen a la conversación.
Un país fiel a sus raíces, cuyos zocos contrastan con los hoteles y centros comerciales a las afueras de las murallas de sus medinas.
Un país donde el contacto físico entre el mismo sexo es parte de su lenguaje.
Un país cuyas familias están muy unidas y sus mayores son muy respetados.
Un país de formas curvas, en cada letra y detalle de sus edificios.
Un país mágico que seguir explorando.