"Desprenderse de una cosa y recibir o tomar otra en su lugar" - RAE
Todo cambio está compuesto por dos momentos: el anterior y el siguiente. Entre ambos se encuentra el ecuador, ese punto medio que hace que ambos estados convivan durante un tiempo.
Una convivencia que pasa de lo físico a lo emocional, produciendo en nuestras cabezas una mezcla de emociones difícil de poner nombre y más difícil aún de gestionar.
Nos sentimos raros, y nuestras tripas se convierten en rudos emocionales en los que la tristeza y nostalgia, por lo anterior, se mezclan con la ilusión y el miedo por lo que vendrá.
Poco a poco, los hilos internos se van desenredando y "quienes fuimos" va dejando poco a poco espacio a "quienes somos".
Versiones de nosotros mismos que aparecen cada vez que algo a nuestro al rededor cambia. Despidiendo y dando la bienvenida a una versión propia cada vez que despedimos un lugar, un trabajo, una persona...
"Para que los nuevos comienzos puedan existir es necesario que haya cierres que dejen espacio (físico y emocional) para que lo nuevo pueda nacer.
Tal cual nos enseña la naturaleza, cuando las hojas caen en otoño y en invierno todo se prepara para el nuevo nacimiento de la primavera. Donde todo se pone frío y gris para dar comienzo al sol, al verde y al color.
Necesitamos de los duelos para renacer llenos de vida."
- El mapa de los anhelos, Alice Kellen