lunes, 18 de julio de 2022

Europa veraniega

Una unión formada por países hermanos que comparten moneda, idioma, ríos... pero sobre todo historia, esa que tanto une y tanto separa.

Una historia reflejada en fachadas, cuyos diferentes materiales, construcciones y simbologías conviven.

Historias de ciudadanos, reyes... Personas, cuyas vidas han quedado congeladas en los edificios que vemos hoy.


Por esos edificios y por pura costumbre (supongo), visitar un país europeo me ha parecido siempre un plan de fin de semana otoñal, pero ver de cerca cómo las ciudades viven el verano me ha hecho replantearme sin duda esta idea.


Porque en verano, las noches se alargan, el color se multiplica...


Y la música nunca deja de sonar.


El verano es sinónimo de descansar, comer, explorar...


Pero a la hora de explorar, hay muchas formas de hacerlo: perderse caminando,


o pedalear/ correr para llegar un poquito más allá.


Independientemente del formato que escojamos para movernos, viajar nos hace parar y poner un poco de perspectiva.


Ayudándonos también a la hora de elegir dónde poner el foco. 


Porque cada "click" simboliza aquello que ven nuestros ojos y queremos guardar para siempre.


Visto eso sí, a través de unas lentes cuyos filtros nos toca muchas veces limpiar.


Para dejar de fijarnos en las fronteras y banderas...


y mirar más a quienes hay detrás.

Porque son justamente esas personas "diferentes", quienes abren nuestros horizontes geográficos y mentales y hacen que al volver a nuestros hogares

Veamos diferente aquello que ya teníamos tan cerca.


¡Buen viaje veraniego! (ya sea físico o mental)