El verano llega a su fin y desde hace muchos años este fin va acompañado de un "volver". Un volver a la capital, a la rutina, a los proyectos...
Este año, en cambio, el "volver", toma una forma totalmente diferente. Este año no volvemos físicamente a ningún lugar, sino que en realidad hace ya unas semanas que "volvimos" a nuestra ciudad-nido, esta vez para quedarnos.
Un nido ahora repartido y en construcción, del que hemos ido y venido este verano para explorar nuevos lugares, pero también para volver a aquellos en los que "somos".
Pero más que "ser" en determinados lugares, "somos" con determinadas personas.
Por eso, aunque el campamento base cambie, una parte de nosotros seguirá en movimiento, yendo, volviendo y acogiendo a esas personas que son "casa".
Al igual que durante muchos años, cualquier cumpleaños, celebración o excusa con título ha bastado para coger el medio de transporte que tuviéramos al alcance y subir al norte.
Lo seguiremos haciendo con las mismas ganas, para ir allá donde nuestras "casas" estén.
Algunos "¿Cuándo te vas?" se transformarán en "¿Cómo tienes la semana?", otros de estos últimos, en cambio, en "¿Cuándo es la siguiente?".
Un "¿Cuándo nos vemos?" un poco más lluvioso.
Pero lleno de nuevas olas y oportunidades que surfear.