Una década sobre hielo

Pocos nacen siendo patinadores pero quienes llegan a serlo,lo son para siempre.Es dificil explicar a quien nunca a saltado,girado y después caído una y otra vez todo lo que se puede llegar a sentir cuando uno se calza esas botas con cuchillas.El patinaje es una de las mejores escuelas,te enseña cosas tan importantes como que todo esfuerzo tiene su recompensa(por mucho que esta tarde a veces en llegar..),a competir contra uno mismo(que por fácil que suene no lo es ni mucho menos),a caerte,volverte a caer y seguir levantándote para volver a intentar aquello que tantos moratones te ha costado hasta que un día sale..y muchas otras cosas aprendimos,sin darnos cuenta, desde niños.
Una década sobre el hielo,como dice el título de hoy me ha bastado para decir que sí,hace unos meses que deje de competir individualmente pero que seguiré rondando por las pistas de hielo mucho tiempo más ya sea como juez,monitora,ballet...
¿Y qué decir de toda esa gente con la que compartí afición y amistad?Son unos cuantos sí,y aunque con unos perdí relación,a otros no los vuelva a ver...Sé perfectamente que un puñado de ellos estarán conmigo siempre.Estar no es lo mismo que ver,porque para mí un amigo es aquel que precisamente está aún sin estar y además ellos saben perfectamente quienes son.

No hablo hoy de esto por nada en especial,creo que soltaría el mismo sermón cualquier día del año pero quienes me conocen saben que no iba  a tardar mucho en escribir sobre este deporte,sí,ese que se ve el
en la tele y se dan "chirivueltas" en el aire y que pareciendo tan fácil es uno de los deportes más díficiles que existe..Y no lo digo yo,lo dicen quienes saben de esto.
Y para acabar con todo esto del agua congelada: TXURI traka tra..TRA!

Me despido dando las gracias al Hostal Velasco, por acogernos una vez más.